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Los trastornos del humor son clasificados en diversas categorías. En niños y adolescentes es difícil detectarlos ya que los síntomas no siempre se manifiestan de manera explícita. Sin embargo, en los adultos es mucho más fácil detectarlos.

Algunos de los trastornos de humor son la depresión, manía, hipomanía, trastorno bipolar, distímia, entre otros. Dependiendo del tipo del trastorno del estado de ánimo la sintomatología será diferente.



Algunos de los síntomas pueden ser los siguientes:

• Apatía constante
• Sentimientos de desesperanza
• Sentimientos de desamparo
• Mucha culpa
• Baja autoestima
• Perdida de la calidad de sueño (falta o exceso del mismo)
• Falta de energía
• Cambios en el apetito, por lo tanto de peso (ya sea disminución o aumento)
• Amenaza de suicidio
• Alejarse de las amistades
• Demasiada sensibilidad hacia la crítica o el rechazo
• Disminución en la capacidad de la toma de decisiones
• Irritabilidad
• Agresión
• Hostilidad

Y estos son solo algunos de los síntomas que pueden llamar la atención de la persona como indicativo de acudir a terapia.

El indicativo es que los síntomas persisten durante un tiempo prolongado. Que la persona identifica que no son normales, sino que son exagerados.

Algún evento en la vida como perdidas, ya sea de relaciones, de trabajo o de cualquier otra índole, podría desencadenar un duelo que incluye algunos de estos síntomas mencionados anteriormente.

Sin embargo, si los síntomas permanecen un tiempo considerable después del periodo de duelo, es decir, si el duelo no se ha resuelto de manera que permanece por más de un año (dependiendo del tipo de perdida) es una señal de que la sintomatología se puede considerar como una llamada de atención en la que se podría considerar el padecimiento de algún trastorno del humor. Si así se reconoce es de suma importancia acudir inmediatamente a psicoterapia para evaluación del especialista. Los resultados son muy buenos si la persona está dispuesta a invertir tiempo y perseverancia en ello. En muy pocas ocasiones, de ser necesario, se podría requerir de un tratamiento integral que incluiría un tratamiento farmacológico en conjunto con la psicoterapia adecuada.